La alcantarilla “Tragallantas” de Santa María: Una trampa que no descansa
Vecinos de la colonia Santa María en Tlaquepaque denuncian un peligro constante: una alcantarilla que atrapa autos de noche y de día. La vialidad se hunde, y la solución parece no llegar.
En el cruce de Andrés Tamayo y Rafael Dávalos, justo en el corazón de la colonia Santa María, se esconde una trampa que ha dejado sin defensas a más de un automovilista. No es un mito urbano, es una alcantarilla fuera de control, una especie de emboscada subterránea que, según los vecinos, comenzó a mostrar su rostro más oscuro desde las lluvias pasadas. El pavimento, como si respirara hondo, cede cada vez más, hundiendo poco a poco toda la vialidad.
¿Qué tiene de especial esta alcantarilla?
Los vecinos la llaman “la tragallantas”. Y no es para menos: ha provocado severos daños en autos, obligando a los conductores a invertir en llantas, rines y amortiguadores nuevos. “Le pusieron llantas en la madrugada”, dijo una vecina, refiriéndose a cómo algunas personas han intentado señalizar el peligro improvisadamente, colocando llantas como advertencia en la oscuridad. Pero ni eso ha sido suficiente.
¿Por qué nadie ha hecho nada al respecto?
La molestia crece, pues el problema es visible a simple vista, sobre todo por la noche, cuando el cruce se vuelve aún más traicionero. A pesar de las quejas, los reportes y el paso del tiempo, la vialidad sigue hundiéndose. Los vecinos aseguran que el deterioro se intensificó tras la última temporada de lluvias, y ahora la situación es insostenible.
¿Quién tiene que dar la cara?
El llamado es claro: Ernesto Alejandro de Alba, secretario de Infraestructura y Obra Pública de Tlaquepaque. La comunidad exige su intervención urgente, pues la colonia se está hundiendo y la seguridad vial ya no puede esperar. Mientras tanto, los automovilistas siguen cayendo… literalmente.
Con información de Fernanda Cortés.
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