Del altar al vaso: ¿Tomar agua en vasos de veladora es seguro o un riesgo oculto?

En muchos hogares, los vasos de veladora se reutilizan como recipientes para beber agua o jugo, especialmente después de alguna ceremonia religiosa o enraizada en la tradición. El cristal, resistente y muchas veces decorativo, invita a darles un nuevo propósito. Sin embargo, esta práctica, aunque popular, podría representar un riesgo para la salud. Más allá del simbolismo, hay aspectos que vale la pena explorar antes de poner ese vaso en la mesa.

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A primera vista, parecen simples vasos de vidrio, pero su fabricación no está pensada para el consumo humano. Generalmente están elaborados con vidrio reciclado o de baja calidad, sin los controles sanitarios que se aplican en los productos destinados a contener alimentos o bebidas. Además, durante su uso como veladoras, estos recipientes están expuestos a altas temperaturas, hollín y residuos de parafina, que pueden dejar microfracturas o rastros invisibles.

Sí. Especialistas en salud ambiental advierten que los residuos de cera y las fragancias artificiales pueden quedar impregnados en los poros del vidrio. Incluso si se lavan con esmero, algunas sustancias químicas pueden permanecer y desprenderse al contacto con líquidos. Esto, con el tiempo, podría provocar irritaciones o intoxicaciones leves, especialmente si el vaso se usa frecuentemente para beber.

Si deseas conservar estos vasos, lo mejor es darles un uso decorativo: como portapinceles, macetas pequeñas o floreros. Si insistes en usarlos para beber, asegúrate de que no tengan fisuras, olores residuales o pigmentos extraños. Aun así, la recomendación general es no utilizarlos para alimentos ni bebidas. A veces, lo que parece un simple detalle puede tener consecuencias no tan simples.

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